Vacuna Novavax

La empresa estadounidense Novavax ha concluido la fase 1 de su vacuna contra la COVID-19
con resultados prometedores, en los que ha conseguido que el 100% de las personas que recibieron
la vacuna generaran anticuerpos IgG, los que se consideran de larga duración, y
células T para la respuesta inmune del organismo contra la enfermedad, según ha explicado la
compañía en un comunicado.

El ensayo, desarrollado con 131 adultos sanos de entre 18 y 59 años en dos localizaciones
diferentes de Australia, ha generado anticuerpos IgG en la primera dosis de la vacuna
y células de respuesta inmune en la segunda. Comparadas con
los anticuerpos y la respuesta inmune de individuos que contrajeron la enfermedad,
los resultados fueron positivos. La vacuna ha sido probada en dos
dosis diferentes, de 5 y 25 microgramos, que revelaron una inmunización similar.

Según Novavax, la vacuna fue bien tolerada por la mayoría de los individuos,
y las reacciones fueron leves en la mayoría de los casos. En la primera dosis, algunos
desarrollaron cierta debilidad, y en casos menos frecuentes dolores
de cabeza y fatiga; mientras que en la segunda se incrementaron esos efectos,
que duraron de media menos de dos días. No se produjeron efectos
secundarios severos.

Esta vacuna, denominada NVX-CoV2373, se ha producido a través de las proteínas espiga del
coronavirus SARS-CoV-2, a lo que se añadió el adyuvante 'Matrix-M', una sustancia
que hace más efectiva la respuesta inmune.

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"Los datos de la fase 1 demuestran que la NVX-CoV2373 es una vacuna contra
la COVID-19 con buena tolerancia y un perfil de inmunidad robusto", ha declarado
el responsable de Investigación y Desarrollo de Novavax, Gregory M.Glenn,
que ha asegurado que la creación de anticuerpos en el organismo de quienes recibieron
su vacuna fue "mayor de la observada en un grupo de
pacientes que tuvieron la enfermedad de forma significativa".

Novavax se ha comprometido a suministrar 100 millones de dosis de la vacuna a Estados Unidos

Novavax recibió a primeros de julio 1.600 millones de dólares (1.350 millones de euros)
del Gobierno de Estados Unidos para desarrollar la vacuna, a cambio de entregar
100 millones de dosis a la administración estadounidense al
inicio de 2020. Según la empresa, esta financiación ha sido utilizada
para el desarrollo clínico de la fase 3 de sus investigaciones y la preparación del
proceso de fabricación de la vacuna a gran escala. El Departamento de Defensa estadounidense también
ha invertido 60 millones de dólares (51 millones de euros) en este desarrollo.

La compañía también ha recibido una inversión de 388 millones de dólares (328 millones de euros)
de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI, por sus
siglas en inglés), una asociación noruega que cuenta con la
colaboración de los gobiernos de Noruega e India, la Fundación Bill &
Melinda Gates, la Comisión Europea y el Foro Económico Mundial, con
aportaciones de otros países como Australia, Bélgica, Canadá, Dinamarca,
Etiopía, Alemania, Japón, México y el Reino Unido.

Las acciones de Novavax sufrían una caída del 32% este martes, pero se recuperaron
hasta crecer por encima del 7%, superando los 171 dólares por acción.

El anuncio de Novavax supone un paso más en la carrera que varias empresas farmacéuticas están
realizando en busca de obtener una vacuna contra la COVID-19 que pueda comercializarse
a principios del próximo año o incluso antes del final de 2020.

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En ese afán ya están en fases avanzadas la estadounidense Moderna, con una vacuna basada
en ARN mensajero que tenía previsto empezar a finales de julio la etapa final de los ensayos
con más de 30.000 voluntarios.

También se encuentra en la tercera fase la candidata desarrollada por la Universidad
de Oxford (Reino Unido) y la empresa farmacéutica británica Astra Zeneca, que presentaron resultados positivos
a finales de julio.

Además, la estadounidense Pfizer, que utiliza la misma tecnología de Moderna,
está colaborando con la alemana BioNTech para desarrollar una vacuna, que también
ha ofrecido resultados prometedores y se encamina a su tercera fase.

Por su parte, la china CanSino aseguró a principios de julio que estaba estudiando
dónde poner en marcha la tercera fase de su vacuna, la primera que llegó a los
tests en humanos, para lo que estaba valorando hacerlo en Rusia,
Brasil, Chile o Arabia Saudí, según Reuters. Otras dos vacunas del gigante asiático,
desarrolladas por Sinovac Biotech y Sinopharm también fueron aprobadas
para llegar a fase 3.